martes, 1 de enero de 2013

Anagyris foetida o Altramuz hediondo







Anagyris foetida o Altramuz hediondo
Anagyris foetida es una especie de planta medicinal perteneciente a la familia de las fabáceas. Es un arbusto caducifolio, tóxico, no espinoso, de hasta 4 m de altura (aunque normalmente no suele pasar de los 2-3 m). Presenta hojas trifoliadas, que desprenden un olor que puede resultar repulsivo. Debe su nombre al desagradable olor que desprende al ser frotado, así Erasmo ya nos decía: “Anagyrim ne moveas” ("no irrites al anagiris").
En el Altramuz hediondo, conviven ramas viejas muy gruesas y deformadas, con ramas jóvenes sedosas, blanquecinas. Tiene hojas trifoliadas, alternas, con las estípulas soldadas formando una sola. Foliolos lanceolado-elípticos de 3-7 cm, sedosos por el envés.
Esta planta presenta la peculiaridad de ser una caducifolia de verano: pierde las hojas al principio de la estación seca y le vuelven a brotar con las primeras lluvias de otoño. Se trata de una adaptación a los secos veranos mediterráneos.
Las flores están reunidas en racimos axilares, con corola amariposada de un color amarillo verdoso, y el estandarte mucho más corto que los otros pétalos. Los frutos parecen pequeñas algarrobas de color verde. Florece en invierno y principios de primavera (diciembre a marzo). Otro rasgo distintivo de esta especie es que se trata de la única planta de polinización ornitófila documentada en Europa; algunos paseriformes como las currucas (Sylvia atricapilla y Sylvia melanocephala) o el mosquitero común (Phylloscopus collybita) visitan sus flores en busca de néctar y transfiriendo eficazmente, al mismo tiempo, el polen.
Se trata de una planta de distribución mediterránea, que habita en setos y riberas de clima suave y cálido; sobretodo en matorrales, bordes de caminos y otros lugares parcialmente antropizados (modificados por el hombre). Es posible que su irregular distribución se deba a que una parte de las poblaciones silvestres sean producto del cultivo, en tiempos pasados, de esta planta. Cuentan las crónicas que en España se cultivaba como plantas de uso “militar” utilizada para extraer sustancias toxicas, parecidas al curare, para ser aplicadas en flechas y lanzas, explicando así su localización en zonas próximas a antiguas fortalezas.
Esta planta contiene los alcaloides: anagirina, con propiedades eméticas (provoca vómitos), y citisina, que actúa como depresor respiratorio (administrado en dosis suficientemente elevadas, produce la muerte). Ha sido utilizado en medicina popular como emético y antiasmático, pero su elevada toxicidad hace totalmente desaconsejable su utilización como remedio casero. Popularmente las hojas se han usado como purgante, vermífugo. La semilla es laxante y emética.

3 comentarios:

  1. Tão bonita e com uma certa dose de morte...

    Beijos e flores. :)

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  2. Muy buenas fotos como de costumbre. No he visto nunca este hediondo, e ignoro si por la sierra de Aracena se da, pero estaré atento para añadirlo a la colección

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